martes, 25 de febrero de 2014

¡My yellow submarine!

Con la maleta en la mano, coloco el gorro gris sobre mi cabeza. El humo del carbón quemado que desprende la máquina del tren hace desaparecer mi figura, poco a poco como una tenue sombra. Desaparezco estando, nunca me he ido pero me marcho. Adiós te grito mientras subo al vagón que me llevará lejos de ti. Lo último que te queda de mi tan solo es mi espalda cubierta con una chaqueta de traje, y una historia que no apreciaste por mucho que te importase...

Observo el vagón por dentro y sonrío, sin mirar atrás me siento en un banco de madera… tan cómodo. El tren se pone en marcha y sin pestañear se pierde en la lejanía. Ese tren del cual no me quisiera bajar, es el cual me está dando una sonrisa tras abandonar todo en esa vieja estación.

Otros ojos me sonríen dentro del vagón tan solo unos instantes y ya he dejado de pensar en ti… adiós mentiras, adiós falsas palabras y tristes lágrimas. Una vivaz sonrisa que ofrece unas vías a este tren descarrilado. De ilusiones se vive, pero prefiero arriesgar a unas incorrectas pero sinceras a seguir viviendo unas falsas… ¡I,m Happy, she is my yellow submarine!

-Happy-